miércoles, 13 de enero de 2016

MENSAJE A MIS LECTORES


MENSAJE A MIS LECTORES DEL DIARIO “OPINIÓN”CON MOTVO DE MI EXPULSIÓN DE COLUMNISTA. 

Al finalizar el pasado 2015, envié, como siempre mi mensaje navideño y una carta de felicitación a la nueva autoridad del periódico de la Cooperativa COBOCE Ltda., adjuntando mi artículo semanal titulado: “EVANGÉLICAS”, cuyo contenido guarda fondo polémico y es  trascendente en valores humanos; anota un serio cuestionamiento a la reelección indefinida de las autoridades políticas.
No fue publicado y sorprendentemente a causa de ese artículo fui suspendido de mi cooperación como Columnista semanal, actividad ad honoren que desempeñé desde hace una veintena de años.
Luego de dos semanas de silencio, me apercibí personalmente para indagar las razones de mi suspensión. La nueva autoridad aseguró reestructuración e invitación a nuevos actores sobre todo mujeres porque todos los columnistas eran varones. Como una concesión generosa me ofreció una publicación mensual con espacio y caracteres a discutir con el jefe de redacción.
Hice conocer a la flamante directora que el suscrito desde la presidencia del Consejo de Administración de COBOCE prácticamente, creó el periódico, la voz ideológica libre y ética del cooperativismo cobociano, amordazada ahora en su libertad y en sus objetivos primordiales desde el retiro de sus grandes directores Edwin Tapia y Federico Sabat.  Más tarde caí en cuenta que el retiro inaprensivo tiene otras motivaciones, ningún problema de género, ni antipatía personal; más bien, decisión de censura política partidaria contra mis escritos; situación que más bien acaricia mi interioridad intelectual y honra a mi conciencia de valor moral.
Después de veinte años de escritura ininterrumpida, de crítica franca, a veces patética, a veces durísima, pero siempre verás y emocional, contra diversas noxas ambientales, políticas, bioéticas, etc, pero siempre bien intencionadas y en las cuales privilegié el magisterio moral y la experiencia de mis bien madurados años, creí oportuno ofrecer una explicación a mi ausencia de Opinión. No fue el deterioro cerebral que condicionara mi silencio en sus páginas, ni la reacción temerosa a una persecución política partidaria; fue simplemente el término de un ciclo vital, la antipatía generada en las nuevas autoridades del diario que auizá tienen adhesión política; o bien, motivaciones cuya naturaleza desconozco totalmente.
Agradeciendo la generosidad de mis lectores, pues nobleza obliga  siempre a expresar el sagrado vocablo de gratitud: “GRACIAS”, aquel que no recibí de parte de la nueva flamante directora - que ignora los modales de educación aprendidos en mi generación - luego de mi comprometida colaboración de más de una veintena de años, pido la bendición de Dios para nuestra Bolivia, bendición para las cuitas y ansiedades de nuestro pueblo; la paz y la salud para el buen vivir de mis lectores. Sí, que Dios bendiga a todos. 

Gastón Cornejo Bascopé
Cochabamba, 12 enero 2016

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